29 de marzo de 2012

ANTES DE LLAMARME NAZI...

Razona, escucha y no te cierres en la idea esa de que quién defiende también al ‘jefe’ es un dictador. Hablemos, dialoguemos y no pongamos etiquetas baratas al que piensa lo contrario a nosotros.

Mucho se está hablando de la Reforma Laboral estos días. Hay algunas cosas que no me convencen, pero no por lo que implican, sino porque de donde no hay no se puede sacar y en un país como el nuestro está claro que ciertos cambios ni queremos, ni sabemos, ni nos interesa aceptarlos.

Pero en cuanto al despido mi idea es clara desde hace mucho tiempo. No hace falta ser sucesor de Franco para estar a favor del despido libre. Las indemnizaciones que tanto gustan no dan más que problemas. A todo el mundo.

La facilidad para despedir no debería asustar tanto ya que eso implica facilidad también para contratar. En Estados Unidos, por ejemplo, se hace algo bastante lógico. Si el empresario necesita empleados los contrata, y si no, no. ¿Dónde está el problema? Da igual que te despidan rápido si puedes volver a encontrar otro trabajo fácilmente.

En España, con las condiciones de contratación y despido que hay, los empresarios tienen pánico a contratar nuevos empleados (eso por no hablar de hacerles fijos). Cuando se va a contratar a alguien se compara el coste que ese empleado supone y el beneficio que puede generar. Si no se esperan ganancias, o lo que es peor, si se preveen pérdidas de dinero, no esperes que vaya a haber un contrato.

Actualmente, cuando hay que reducir plantilla se indemniza a los empleados y los primeros en ser largados a la calle generalmente son los que han entrado los últimos (sencillamente porque las indemnizaciones son más bajas). De esta forma, la empresa no puede elegir quedarse con sus mejores trabajadores y prescinde de ellos para quedarse con antiguos curritos, menos eficientes en muchos casos, que viven agarrados al clavo ardiendo de la indemnización. Ni que decir tiene que la motivación y la actitud de alguien que sabe que va a tener siempre su trabajo se ve, lógicamente, afectada. Tanta protección a lo antiguo impide nuevas incorporaciones, sin experiencia pero con talento, que siempre son necesarias.

Si el despido fuera libre y el empresario no tuviera que amortizar los costes que supone despedir a alguien, habría más dinero y el sueldo no sería tan limitado. Con la forma actual de contratación lo único que se fomenta son los fraudes, los contratos precarios, los falsos autónomos, los contratos ilegales...

De esa forma todo sería mucho más dinámico. Los despidos en nuestro país son algo lento, costoso y que por un lado, suponen gastos para la empresa y por otro, suponen una pérdida de tiempo absurda para el empleado que no puede incorporarse a otra empresa de inmediato.

Me aburre oir discursos del tipo ‘Y cuando tengas 50 años la empresa te echará sin razón porque eres un lastre muy costoso’. ¿En qué cabeza cabe que un empresario con dos dedos de frente vaya a despedir a empleados que realicen bien su trabajo? Que no le dan subvenciones por que la media de edad en la plantilla sea baja, ¿eh? Que si el empleado es bueno, da igual que sea joven o viejo. Por eso lo más justo es que, si es malo, a la hora de despedirle dé igual su edad.

‘El despido libre es cosa de dictadores.’ Pregunta en Alemania, en Reino Unido, en Estados Unidos, en Dinamarca... a ver si piensan lo mismo.


‘Esa forma de despido atenta contra los derechos de los trabajadores.’ ¿De verdad alguien cree que tengamos más derechos aquí que en cualquiera de los países mencionados antes? Si tu respuesta es afirmativa mi única recomendación es que te acuestes y descanses, que tanto trabajar va a terminar por volverte loco...

Y a modo de reflexión personal me gustaría plantear una situación, a nivel más 'casero.' Mañana decides tener en tu casa a una persona que haga las labores domésticas o que dé clases particulares a tus hijos. Si al cabo de unas semanas ves que no se realiza el trabajo como es debido ('Y ¿quién eres tú para decir si alguien trabaja bien o no?' 'Pues la dueña de la casa, !chato! Ni más ni menos') ¿no es lógico, razonable, sensato, normal y justo dejar de dar trabajo a esa persona para contratar a otra que consideres mejor? Y me da igual la razón por la que se le considere mejor; como si le quieres contratar única y exclusivamente porque es negro o no la quieres en tu casa porque es pelirroja y crees que dan mala suerte, por ejemplo. Si en tu casa entra quien quieres, ¿por qué en tu empresa, que es tu dinero, no vas a poder contratar y despedir a quien te salga de las narices?

2 comentarios:

  1. Siento estar en total desacuerdo. Esta reforma es un atropello lo mires por donde lo mires.

    Hablas de una reforma que facilite contrataciones exprés imitando el modelo de Estados Unidos, pero el modelo social y económico de este país no tiene nada que ver con aquel.

    El empresariado de este país solo busca beneficios, no busca que el empleado sea partícipe del éxito de la empresa, facilitar el despido en este país es dar carta blanca al empresario para que haga y deshaga a su antojo. Ahora te necesito te contrato, ahora sobras pues a la puta calle, pura mercancía.

    Si se quiere imitar un modelo de contratación a lo estadounidense que se reduzca el precio del alquiler y se eliminen trámites burocráticos.

    Por experiencia te puedo decir casos de gente trabajadora, honrada y eficiente que están en la calle simplemente porque no eran del gusto de los superiores, varios ejemplos te puedo poner vistos en mi empresa. Hablas del empresariado como si fueran sibaritas que en realidad nos hacen un favor por contratarnos, cuando en realidad es un favor mútuo, pues sin nosotros sus empresas no son nada, pero claro, detrás nuestro hay otros mil que quieren el trabajo, así que el empresario juega con ello, metiendo el miedo en el trabajador para coaccionarlo y tenerlo domado.

    La crisis ha venido por la desregularización de los mercados bursátiles, que han hecho lo que les ha dado la gana sin supervisión alguna. La desregularización del mercado de trabajo solo va a provocar que las diferencias entre clases sociales se incrementen, pues unos van a estar siempre en la más absoluta precariedad laboral y los otros, los de arriba, van a hacer y deshacer a su antojo jugando con palabras tan vacías como beneficios y pérdidas que no significan absolutamente nada y que se ha demostrado son falacias.

    Tú, como dueño de tu empresa puedes contratar y despedir a quien se te antoje, y de hecho así se hace, pero alguien debe controlar que no hagas con tus trabajadores lo que se te antoje. Estamos hablando de familias y de seres humanos, no de mercancía.

    En general la crisis ha sido una excusa para desmantelar el estado del bienestar, objetivo que llevan buscando políticos de extrema derecha y grandes corporaciones desde hace muchos años. Noam Chomsky predijo hace tiempo que la política del miedo daría sus frutos. Los medios de comunicación han hecho el trabajo sucio y nos han metido en la cabeza que estos recortes son necesarios, después de siglos de teorías keynesianas en los que sabíamos que lo que un Estado tenía que hacer era invertir y fomentar el consumo, y no todo lo contrario.

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  2. Me das la razón entonces en que el problema no es el despido libre en sí mismo; el problema es que en este país, siendo como somos, es imposible llevar a cabo algo con sentido y que funcione bien.

    Y estoy de acuerdo contigo en que si se quiere imitar un modelo de contratación y despido, también deberían imitarse los costes por contratación, los trámites burocráticos, los sueldos, los impuestos... Obviamente no es tan simple como imitar un aspecto y dejar los otros igual que están ahora.

    La idea de que las empresas sin empleados no son nada la comparto, pero 'simplificando' la situación, el puesto de trabajo que desempeña el empleado no es suyo. Es de la empresa. Si estás ahí es porque la empresa en cierto momento necesitaba tu trabajo y por ello te contrató y te paga un sueldo. Nadie te obliga a estar en un sitio. Si no te gustan las condiciones, ni el salario, ni la forma de trabajar siempre te puedes ir. Otro tema es a dónde.

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