14 de junio de 2010

Quique González.

Si de verdad fuera un poeta, te mordería la yugular,
tendría llaves secretas que arrojar al fondo del mar.
Si de verdad tuviera madera para saltar, lo llevaría en vena.

Sigo la estela de un cometa, sigo mi instinto animal,
soy el peor enemigo que me podía encontrar.
Tengo un pañuelo y un cuchillo en el camino de vuelta a casa,
mañana volveré vacío. Mañana volveré vacío.


Olas de mar como se quiebran, como si hubiera que mirar atrás,
como si fuera una lluvia de piedras,
como si no volviera ya jamás.

Cómo te sienta, yo lo quería saber de verdad,
y lo aprendí de veras.


Lo perdí y ya no importa, hay veces que lo bordas
y veces que lo tiras por la borda.

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