9 de febrero de 2010

Cien mil cerebros se piensan en sueños genios





Viví, estudié, amé y hasta creí,
Y hoy no hay mendigo al que no envidie sólo por no ser yo.
En cada uno miro los andrajos y las llagas y la mentira,
Y pienso: tal vez nunca hayas vivido ni estudiado ni amado ni
creído 

                 (Porque es posible hacer la realidad de todo eso sin hacer
                   nada de eso); 


Tal vez hayas existido apenas, como un lagarto a quien cortan
la cola
Y que es cola más acá del lagarto que se retuerce.
Hice de mí lo que no supe,
Y lo que pude hacer de mí no lo hice.
Vestí un disfraz equivocado.
Me tomaron enseguida por quien no era, y no lo desmentí, y me
perdí.
Cuando quise arrancarme la máscara,
Estaba pegada a la cara.
Cuando la arrojé y me vi en el espejo,
Ya había envejecido.
Estaba borracho, y no sabía vestir el disfraz que no me había
quitado. 

Arrojé la mascara y dormí en el vestidor
Como un perro tolerado por la gerencia
                                             Por ser inofensivo 





Y voy a escribir esta historia para probar que soy sublime



                                                                                       
                                     De "La Tabaquería"- F. Pessoa -

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